PROYECTOS ACTUALES
GEBISA - CHITUU
El proyecto Gebisa – manteminiento de familias en situación de vulnerabilidad social nace de la colaboración de Voluntarios por África y la Universidad de Ambo junto con el proyecto Ubuntu.
Las estudiantes financiados por Voluntarios por África pertenecen a la comunidad de Gebisa, comunidad formada por 150 familias, sumidas en la pobreza extrema, situada a 15km de Ambo, que al conocer directamente la comunidad a través de los estudiantes pudimos ver las carencias que tienen, por lo que decidimos junto con la Universidad de Ambo ayudar a un número de familias a determinar.
Fué la misma comunidad quien eligió a 8 familias, las más pobres y necesitadas de la comunidad que necesitaban una ayuda urgente.
Al ser una comunidad, formada por 150 familias, la ayuda será rotativa, saliendo y entrando nuevas familias seleccionadas para la ayuda, y esperando que con el tiempo, ampliar el número de familias a las que se ayudan con la finalidad de que se conviertan en una comunidad autosuficiente, una comunidad con futuro.
En noviembre de 2017, nos mandan las primeras imagenes de los animales que han comprado algunas de las familias ayudadas, empezando una vida mejor para ellos, labrándose un futuro.
MARZO 2018
Nuestra visita a la nueva aldea, fue especialmente emotivo, ya que nos dio una gran alegría y satisfacción ver como en tan poco tiempo, y con la aportación que hicimos un nuestro anterior viaje, las 8 familias -las cuales nos esperaban con gran alegría y orgullo- nos contaron una a una los logros alcanzados y como había prosperado con la compra de animales como bueyes para ganadería, cuidando éstos para su posterior venta y obtención de beneficios para poder comprar otros más grandes y destinarlos al trabajo de las tierras y otros comprados como gallinas, ovejas, cabras para la obtención de alimentos.
Todos nos agradecían constantemente lo hecho por ellos, gratitud que fortalece las ganas y entusiasmo de VPA para seguir trabajando con familias como ellas. Los niños de la aldea quisieron hacernos un regalo y, espontáneamente, nos cantaron y bailaron una canción usando como único instrumento un bidón vacío, regalo que nos emocionó mucho… hay que vivirlo.